Eligiendo Psicólogo

Tu apertura buscando ayuda es sagrada

Mereces una estrella en el firmamento 

útil para orientarte en tus pasos 

por el sendero que conduce a tu ser verdadero

Carlos Vélez 

La elección de un psicólogo profesional es algo importante, es decir, es una decisión que trae consecuencias sobre tu comunicación, tu mentalidad; con esa persona tocarás los temas hacia los que te sientes sensible, interesado, motivado y afectado.

A continuación me permito describir algunos aspectos que están implícitos, o surgen de forma explícita, en el proceso de contactar y desarrollar una relación con una persona que sirve a sus consultantes en el campo de la psicoterapia, la atención psicológica, bien sea a nivel individual o conyugal.

 Es una comparación ficticia, a manera de reflexión. La idea es que tú reflexiones en cada aspecto y que consideres qué peso tiene para ti y en qué condiciones se encuentran los diferentes profesionales que han despertado tu interés:

Son Uno y Otro:

 

·     ¿Novato o experto?

Uno: Lleva un año desempeñándose.

Otro: Lleva cuarenta años.

 

·     ¿Aficionado o consagrado?

Uno: Atiende una o dos citas por semana por hobby.

Otro: Atiende veinte citas cada semana por consagración.

 

·     ¿Incoherente o coherente?

Uno: Nunca ha buscado experiencias para formarse.

Otro: Ha tenido varias experiencias de formación personal.

 

·     ¿Teórico o práctico?

Uno: Recitador de teorías de su escuela preferida.

Otro: Escucha y entiende tus motivaciones.

 

·     ¿Enmascarado o auténtico?

Uno: Se escuda en un rol profesional frío.

Otro: Se le siente una persona cálida.

 

·     ¿Disperso o accesible?

Uno: Incierto para contar con él.

Otro: Fácil contactarle.

 

·     ¿Figura pública o figura privada?

Uno: Experto en manejo de públicos.

Otro: Experto en comunicación privada.

 

·     ¿Problemas o soluciones?

Uno: Se orienta a analizar problemas.

Otro: Se enfoca en vislumbrar soluciones.

 

·     ¿Dependiente o independiente?

Uno: Incita a que le necesiten más y más.

Otro: Suelta a quien está listo para irse.

 

·     ¿Dudoso o firme?

Uno: Titubeante, inseguro.

Otro: Sólido, seguro.

 

·     ¿Manipulador o liberador?

Uno: Recluta. Es proselitista y amigo de conseguir seguidores.

Otro: Libera. Es personalista y afín con que tú liberes tu ser verdadero.

 

.       ¿Heterónomo o autónomo?


Uno: Enseña a depender de aprobaciones externas, del que dirán.

Otro: Inspira a descubrir auto aprobación y lo que dice el corazón.


  ¿Efecto halo o presencia real?

Uno:  Efecto Halo. Deslumbra con apariencia y ostentación de estatus .

Otro: Presencia real.  Se fundamenta en preparación profesional.


·     ¿Desalentador o inspirador?

Uno: Limita. Transmite consciencia de limitaciones.

Otro: Transmite consciencia de ventajas y oportunidades.

 

Llegando al final de este artículo me pregunto: ¿Qué tan presentes están estas características en cualquier relación humana electiva? Relación humana electiva es aquella en la que dependes de tu decisión para iniciar, para continuar o para terminar. Yo digo que sí, que estas características también están en cualquier relación interpersonal. (están en el campo de las Relaciones humanas). Tu comunicación especialmente en las relaciones en que tú puedes elegir si continuar o interrumpir, depende de tu satisfacción y merece que tú reflexiones en como te sientes y en cómo nace en ti la motivación para perseverar o la fantasía de interrumpir.

Nadie es perfecto y es normal que las personas con quienes nos comunicamos presenten aspectos que facilitan y otros que dificultan la conversación. Cualquier relación es susceptible de ser mejorada, de tener cambios que permitan creciente confianza, apertura clara y creciente consciencia del sentido y de los beneficios que trae el conversar.

Carlos Mario Vélez

Septiembre 2020, Actualización.