La comunicación en el matrimonio

Paul A. Goring

Conocí el caso real de una pareja matrimonial que por motivo de conflictos entre sí dejaron de hablarse durante varios años. Cuando uno de los dos quería transmitir algún mensaje al otro, solía decir a uno de los niños: "Dígale a su papa esto o aquello". En todo este tiempo no se dirigían la palabra directamente, pero tuvieron varios hijos más durante esa misma época.

Este caso es ejemplo de varios aspectos de la relación de deseo destacar aquí. El primer de estos aspectos es el de que toda conducta que transcurre en la presentación de otra persona es una comunicación. Los cónyuges del relato que acabo de contar, se equivocaron al creer que no se estaban comunicando por no hablarse. Los mensajes indirectos dirigidos a través de los niños, el mismo silencio entre ellos, la actividad sexual que engendró los hijos menores fueron conductas que comunicaban. De hecho en este caso se daba un continuo mensaje de hostilidad, además de los mensajes transmitidos por medio de los niños, que trataban los temas necesarios para realizar las transacciones cotidianas de la vida; se comunicaba también la sexualidad que no desapareció con el silencio mutuo. Toda conducta social es comunicación.

El segundo aspecto de la comunicación que quiero destacar es: cuando dos o más personas están juntas en el mismo lugar es imposible que no se comuniquen. Aún el silencio entre personas que ocupan el mismo ambiente es comunicación. Puede significar: "No quiero hablar contigo, déjame solo". "Hagamos el amor calladitos mientras los niños están dormidos". Si los dos están viendo televisión su silencio puede significar: "Este programa es interesante". En otras palabras, siempre que tú estás en presencia de tu cónyuge habrá alguna comunicación entre los dos, transmitida por la conducta verbal o no verbal de cada uno.

Lo anterior nos lleva a un tercer aspecto de la comunicación: La comunicación puede ser verbal o no verbal. Cuando dos o más personas están en proximidad física, su silencio no significa una ausencia de comunicación sino una comunicación no verbal. Los gestos, la expresión de la cara, la forma de la mirada, la postura corporal relajada o tensa, inclinada o erguida, dirigida hacia el compañero o en sentido contrario, todos estos detalles y muchos más transmiten mensajes que comunican una multitud de sutilezas.

El cuarto aspecto de la comunicación que se va a mencionar es que un mensaje transmitido por una persona tendrá efecto en la consiguiente respuesta de la otra. Si tu dices a tu cónyuge: "Te quiero", su respuesta obviamente tendrá un cariz diferente de lo que tendría si le dijeras: "Eres muy egoísta". Aquí podemos ver, que la relación estará determinada para bien o para mal por los mensajes que el uno dirige al otro. La comunicación de mensajes afectuosos, de aprecio y de estimación, tendrá efectos más deseables en la relación que mensajes de desplante o insultos.

El quinto y último aspecto general de la comunicación es consecuencia del anterior: si tan solo uno de los cónyuges cambia la naturaleza de sus comunicaciones, el otro cambiará la suya. Si tu has venido transmitiendo mensajes amargos de desprecio y de desplante, tu cónyuge va a defenderse correspondiendo con mensajes similares, formándose así entre los dos una relación destructiva. Pero si tu cambias tus comunicaciones en mensajes de ternura y aprecio tu cónyuge no seguirá respondiendo con mensajes amargos pues sería imposible para el mantener una postura de hostilidad y agresividad ante tu delicadeza persistente. De modo que si quieres que tu relación mejore no tienes que esperar hasta que tu cónyuge cambie. Con tal que tu cambies tus comunicaciones para hacerlas más constructivas, le haces más fácil a tu cónyuge cambiar las suyas como consecuencia. Es probable que éste sea el concepto más importante de toda esta presentación sobre la comunicación entre cónyuges.

Tomado de: Toro Maria Elena; Paul A. Goring; Germán Ochoa; Emilia Pulido; Rodrigo Montoya. LA VIDA DE LA PAREJA. Universidad de Antioquia, Bienestar Universitario. Orientación y consejería. 1982

Octubre 2020