Certeza financiera o existencial
“Cuando lo que nos sostiene está por encima de lo que poseemos”
"Cuando tú me ignoras, ya no me pierdo. Hoy sé quién soy, aunque no me respondas. No necesito tu reconocimiento para existir.”
“Cuando lo que nos sostiene está por encima de lo que poseemos”
¿Es la certeza económica la base de tu vida?
¿O es tu certeza vital la verdadera base de tu economía?
Tener certeza económica es creer que siempre recibirás materialmente lo que necesitas: lo indispensable, aquello sin lo cual no podrías vivir. Se asocia con tener el dinero necesario para actuar según tu voluntad, para tener el control sobre tu existencia.
Pero esta seguridad es frágil. Es apenas un video mental, una ilusión.
Tarde o temprano —y muchas veces más temprano que tarde— todos llegamos a la experiencia inevitable de soltar el control y entregarnos a lo que la vida, el universo o el espíritu dispone.
Y créeme, esto ocurre independientemente de los millones que hayas atesorado.
Por mucho que consigas, siempre habrá quienes tengan más… y quienes tengan menos.
Y entre todos ellos, descubrirás que la verdadera inspiración no proviene del saldo en la cuenta bancaria, sino de quienes irradian vitalidad, amor, alegría o propósito.
Entonces, el asunto no es tener tanto como otro.
El asunto crucial es la certeza existencial:
esa convicción íntima de que estás amparado, asistido, acompañado…
incluso cuando ya no dependes de ti mismo,
sino de tus circunstancias familiares o sociales,
de una Voluntad Superior,
de una Fuente más grande que tú.
Has hecho lo que te correspondía, y finalmente, tu destino —esa fuerza por encima de tu voluntad— se manifestará.
Avanzar hacia tu centenaridad feliz exige de ti una comprensión más profunda:
Que tu vida y lo que está por venir no se compran ni se controlan...
Se reciben.
La salud no se compra: se cultiva, se cuida… y, finalmente, se agradece como un regalo.
Lo mismo ocurre con el amor, la amistad, la compañía.
Y aún más, con el sentido y el significado de haber vivido y de vivir hoy.
🌱 ¿Qué certeza te sostiene hoy?
Muchos creen que su certeza existencial está asegurada gracias a su certeza económica:
“Puedo pagar quien me cuide hasta el último día de mi vida. Tengo tranquilidad porque tengo dinero.”
Pero esa no es una certeza existencial real, sino una seguridad económica maquillada de fe.
Una certeza basada en el control, la propiedad y la capacidad de pagar.
Sin embargo, la certeza existencial auténtica no depende del dinero.
Es una convicción profunda de que, incluso sin posesiones, sin propiedades, sin contratos de cuidado garantizados, la vida seguirá sosteniéndote con lo que necesites: personas, recursos, compañía, y sentido.
Incluso si llegaras a morir bajo un puente, sin nada material, podrías vivir y partir con plenitud, con paz interior, con amor.
Porque el bienestar no se compra.
No se basa en las condiciones externas.
Y si estuvieras muriendo en la mansión más lujosa, comprenderás que todo tu dinero es innecesario. En ese momento definitivo, no necesitas comprar vida, porque vida eres. No necesitas pagar por amor, porque amor eres. Y no necesitas adquirir alegría, porque te estás transformando, serenamente, en el gozo infinito con tu tránsito hacia la eternidad.
El bienestar profundo brota desde una certeza interna:
la certeza de que si lo crees y creas en tu mentalidad, siempre estás acompañado, de que siempre estás sostenido.
Y esto, aunque a muchos les incomode, rompe el ego del control
y nos invita a confiar en algo más grande que nuestro plan económico.
✨ Confiar en el Campo de las Posibilidades y en la Fuente de Todo Bien no es renunciar a la acción, ni delegar nuestra vida a la suerte o a la espera pasiva.
Es, más bien, actuar desde una certeza profunda, cultivada con trabajo interior, con creencias alineadas, con una intención pulida y consciente.
La Fuente de Todo Bien, El Campo responde a la vibración que emitimos, a las creencias que sostenemos, a la coherencia que encarnamos. Por eso, la certeza existencial no es solo fe en lo invisible, sino también compromiso con la transformación de lo íntimo.
Quien confía, no se sienta a esperar... se levanta a crear desde lo que ya sabe que es verdad.
A lo largo de este artículo he usado diferentes expresiones como “la Fuente de Todo Bien”, “el Campo de las Posibilidades”, “la Voluntad Superior” o “la Presencia del Espíritu”.
Estas no buscan definir dogmáticamente una verdad única, sino nombrar distintas dimensiones de una misma experiencia espiritual:
una confianza profunda en que hay una inteligencia amorosa, creativa y más grande que uno mismo, desde donde fluyen los recursos, las sincronicidades, las ideas y el sentido que sostiene nuestra existencia.
Cada lector puede encontrar su propia manera de nombrarla o sentirla. Lo importante no es el nombre, sino la conexión con esa presencia que nos sostiene más allá de lo material.
Carlos Vélez, Psicólogo
Septiembre 21 de 2025